En Adris nos preocupamos de seleccionar las mejores frutas según textura, etapa de maduración y tipo. Es importante recalcar que trabajamos con especies particulares de manzanas y peras para lograr el equilibrio de acidez y dulzor perfecto naturalmente.

Una vez seleccionada la fruta, es lavada cautelosamente para después ser procesada y triturada en una moledora, donde la fruta pasará a ser un mosto sólido.

En esta etapa reunimos cuidadosamente la manzana molida en una prensa manual, donde con dedicación extraemos lentamente su jugo natural y fresco. Cada prensada es un trabajo paciente y artesanal que permite obtener un mosto puro, lleno de aromas y matices. Es este cuidado meticuloso el que nos permite obtener la calidad y carácter único de nuestra sidra.

Una vez prensadas las manzanas, el jugo fresco se filtra y se deposita en fermentadores de acero inoxidable o en barricas de madera. Durante cerca de una semana, los azúcares naturales se transforman en alcohol y delicadas burbujas, dando origen a nuestra sidra base. Es en esta etapa donde el jugo fresco comienza a convertirse en una bebida viva, llena de aromas frutales y el carácter auténtico y artesanal que solo Adris puede ofrecer.

Esta etapa da lugar a el inicio a la fermentación maloláctica, lísis celular de las levaduras, asentamiento de los sabores y aromas. También los sólidos decantaran y la sidra quedara clarificada otorgando ese característico color ámbar.

El deguello es un proceso ancestral y tradicional en que cuello de la botella que contiene los sólidos decantados es congelado con glicol y al abrir la chapa, este tapón de sólidos congelados es expulsado rápidamente por la propia presión de la botella carbonatada, dejando una sidra más limpia y refinada.